¿Qué ha hecho mal la NFL?

Josema Loureiro
4 min readOct 3, 2020

Aún en estos tiempos convulsos que nos acompañan desde los inicios de este año 2020, las grandes ligas deportivas han comenzado a desarrollarse, aunque en algunos casos haya sido “a trancas y barrancas”. En el caso del continente europeo, la gran mayoría de competiciones de clubes -hablemos de fútbol, baloncesto, fútbol sala- se han ido incorporando a la que también es su nueva normalidad; partidos con poco aforo, manteniendo todas las medidas de seguridad posibles, o incluso a puerta cerrada. De este modo, algunas competiciones como la Ligue 1 o la Bundesliga han ido evolucionando en la permisividad para ser espectador en los estadios, mientras que la Liga española continúa con un protocolo prudente dada la situación actual.

Cuando movemos nuestra mirada hacia América del Norte, la situación muestra escenarios dispares. El mayor exponente del deporte estadounidense de cara al mundo es la NBA, que ha mostrado una muy inteligente postura y toma de acción con respecto al problema que se le presentaba sobre la mesa. Con la temporada regular aún por finalizar, el comisionado de la NBA, Adam Silver, propuso una suerte de “burbuja” en la que diariamente los jugadores serían testeados de COVID-19 y posteriormente aislados en caso de ser positivos. Eligió un lugar idóneo, el complejo hotelero de Disney World en Orlando, donde los equipos permanecían como si de una pequeña ciudad se tratase (con todas las comodidades, todo sea dicho). Con un ojo ya en las Finales de la NBA, se puede valorar esta idea puesta en práctica por la NBA como un acierto absoluto, que sirvió para mantener la seguridad a la par que continuar el espectáculo que meses atrás se había visto súbitamente detenido.

La otra cara de la moneda en esta situación es la NFL, competición máxima del fútbol americano. Antes de abordar el problema de forma completa, creo que es necesario puntualizar que una plantilla de la NFL está formada por 53 jugadores, muy lejos de los 15 jugadores por plantilla en la NBA. Partiendo de esa base, la idea de una burbuja de la NFL es cuanto menos utópica, pero ello no exime a Roger Goodell de haber tomado medidas más drásticas.

La NFL comenzó con una buena gestión al inicio de la pandemia, cuando a finales del mes de abril consiguieron sacar adelante de modo telemático uno de los mayores espectáculos deportivos del año, el NFL Draft, todo ello logrando un récord histórico de audiencia a pesar de no poder haberse desarrollado finalmente con público. Durante la offseason y la temporada de agentes libres, el fútbol americano estuvo en segundo plano, bastante más desaparecido que de costumbre. Lo único que salvó esta etapa a nivel exposición fue la llegada del legendario Tom Brady a la franquicia de Tampa Bay, los Buccaneers. A partir de ello, llegaron los opt-outs, es decir, la decisión de algunos jugadores de no participar de la temporada 2020 de la NFL, principalmente por motivos de precaución.

Esta sucesión de acontecimientos debería de haber hecho pensar a la cúpula de la liga, pero el único cambio en el desarrollo de la competición ha sido la eliminación de los 4 partidos de pretemporada que se jugaban antes del inicio de la liga regular, a ello sumada la restricción del aforo de los estadios al 25% de su capacidad. Aunque se están realizando pruebas PCR de forma asidua a los jugadores de todas las franquicias, hasta hace unos días no existía restricción alguna sobre las movilidades individuales de los jugadores, pero dada la sucesión de acontecimientos ocurrida en la pasada semana, la NFL ha tenido que actuar. En primer lugar fueron 3 miembros de la disciplina de los Tennessee Titans los que encendieron las alarmas, pero hace escasas horas se conocía que los New England Patriots cuentan también con “al menos un caso positivo”, confirmado ya como el quarterback Cam Newton.

Estos casos positivos continúan creciendo en ambas plantillas y se encuentran con su movilidad reducida por seguridad, con una única noticia desde la cúpula de la liga: los partidos que les correspondía jugar este fin de semana serán pospuestos. ¿Es la suspensión de estos partidos la verdadera solución de cara a este problema? Observándolo a toro pasado, posiblemente no haya muchas más opciones, pero la NFL debe tener un compromiso con sus jugadores y con su producto, intentando reducir al máximo el riesgo para evitar estas situaciones que perturban la “normalidad” de la liga, y ello pasa por un protocolo COVID-19 más severo. Quizás no sea posible meter a más de 1600 jugadores en una sola ciudad o en un solo complejo hotelero, pero la NFL valoró tarde sus opciones y está empezando a pagar las consecuencias.

--

--

Josema Loureiro

Periodista rookie, curioso por naturaleza y opinador a tiempo completo.